¿Qué podemos hacer contra los mosquitos?

Los mosquitos son el principal quebradero de cabeza de las noches de verano de la mayoría de españoles. En función de su especie, estos insectos pueden provocar picaduras tanto de día como de noche y, con sus zumbidos, interfieren en el descanso.

Para encontrar la mejor solución contra esta plaga, es necesario conocer algunas claves para entender a este insecto volador.
Lo primero es diferenciar qué tipos de mosquitos hay en España. Existen tres tipos principales:

  • El mosquito común, que se encuentra por todo el territorio, tanto en la península como en las islas. Se trata de un mosquito urbano, de actividad nocturna y tendencia a entrar en las casas, tiene una agresividad baja y está muy ligado a la actividad humana. Su hábitat es agua de todo tipo y condición, pudiendo sobrevivir en aguas residuales.
  • El mosquito anopheles, presente también por todo el país, es el responsable de la transmisión de la malaria. Prefiere aguas limpias y no contaminadas. Suele picar por la noche tanto en el interior como en el exterior de las viviendas (depende de las especies). Prefiere los colores oscuros.
  • Mosquito tigre, presente por el arco mediterráneo, especialmente en la Comunidad Valenciana. Se trata de una especie invasora. De costumbres diurnas, este mosquito no suele entrar en las casas. Está muy ligado a la actividad humana porque las hembras depositan sus huevos en jarras, platillos, cubos y otros pequeños recipientes al aire libre y pequeños reductos de agua. Es un buen vector de enfermedades como la fiebre amarilla, dengue y dirofilariasis canina, entre otras.
presencia de mosquitos en España

En la actualidad, no existe ninguna plaga endémica potencialmente letal en nuestro país . No obstante, no se descarta que en los próximos años aparezcan nuevas plagas transmisoras de enfermedades más peligrosas. Factores como el crecimiento desmedido de mega-ciudades, la globalización en referencia a transporte de mercancías y personas o el cambio climático han contribuido a la transmisión y aumento de población de diferentes especies de mosquitos por distintos rincones del planeta.

El ciclo biológico del mosquito es el siguiente. En junio, empieza su actividad con la subida de temperaturas. En julio reducen los tiempos para completar el ciclo reproductivo y tiene lugar un progresivo incremento de las poblaciones. Entre agosto y septiembre suele alcanzarse el pico poblacional más alto y, a partir de  finales de septiembre, se produce una progresiva disminución de su actividad y de los niveles poblacionales.

La dificultad de controlar las infestaciones de mosquitos viene por la facilidad con la que pueden criar larvas.

El anopheles se desarrolla en aguas limpias de riberas de ríos, estanques, etc. El mosquito común pone los huevos en aguas menos limpias, residuales y estancadas pero en superficies más grandes, acequias, balsas de regadíos… Por su parte, el tigre puede surgir de cualquier pequeño reducto que contenga un mínimo de agua estancada, por pequeño que sea el hueco. Esto supone que resulte muy difícil asegurar que dentro o cerca de tu casa no se puedan desarrollar nidos de larvas de mosquitos. Una vez los adultos salen, resulta casi imposible controlarlos.

Por tanto, la clave es erradicar cualquier poso de agua estancada, el lugar de nacimiento de los mosquitos.

No obstante, cuando la plaga es grande y complicada de controlar, es recomendable aplicar una solución completa que incluya soporte profesional de técnicos, acción directa con larvicidas y/o trampas que sirvan de barrera.