Cualquier entorno de alimentación sin un adecuado control de moscas puede significar un desastre. Las moscas son uno de los insectos más propensos a causar daños e interrupciones de servicio a negocios de producción o venta de alimentos. Las moscas interrumpen el proceso de producción, afectan los ingresos y constituyen una gran amenaza para la salud, la seguridad y el cumplimiento de la normativa sanitaria.
Existen 120 mil especies de moscas en todo el mundo, que representan un riesgo para la salud de empleados, clientes y animales, ya que propagan enfermedades y contaminan espacios. Con un ciclo de vida corto, pueden multiplicarse rápidamente: algunas especies de moscas son capaces de evolucionar de huevos a adultos en solo siete días.
Seranca encargó al Centro de Investigación Económica y Empresarial (CEBR, por sus siglas en inglés) una encuesta a responsables de la toma de decisiones en cinco países para comprender los impactos de las infestaciones de plagas en la industria alimentaria. Los resultados arrojaron que una sola infestación de moscas puede causar enfermedades a empleados provocando un absentismo de más de nueve días hábiles cada año. Pero las ausencias del personal son solo el comienzo. Hay muchas otras razones por las cuales las moscas son una amenaza para la industria alimentaria y necesitan ser controladas. Sin un adecuado control de moscas las empresas podrían sufrir:
- Contaminación de productos y superficies de preparación, siendo un riesgo para la salud al ser portadoras de:
- Salmonella
- Shiguelosis
- E. Coli
- Cryptosporididium
- Myasis
- Un impacto negativo en el negocio.
- Pérdida de imagen y reputación.
- Sanciones administrativas.
El riesgo para la seguridad alimentaria es crítico. Casos muy publicitados de brotes de enfermedades transmitidas por alimentos continúan reforzando y aumentando la conciencia pública sobre la importancia de la calidad e inocuidad de los alimentos, lo que significa que cualquier infestación de moscas puede conducir a una pérdida de confianza a largo plazo por parte de los clientes y dañar la reputación de la marca.
Ningún entorno alimentario está exento de responsabilidad. Las moscas pueden afectar cocinas, restaurantes, pubs y clubes, granjas avícolas, tiendas minoristas o la propia industria alimentaria. Con la relevancia que ha adquirido la seguridad alimentaria es indispensable adoptar un enfoque de tolerancia cero para las moscas y cualquier otra forma de contaminación por plagas en el sector alimentario.
Control de moscas
Al adoptar prácticas de higiene estándar, las empresas pueden ayudar a prevenir infestaciones de moscas. Las medidas prácticas para disuadir a las moscas deben incluir:
- Comprobar que cualquier materia prima o producto elaborado estén en perfecto estado y no manifiesten señales de descomposición.
- Contar con un estricto programa de limpieza en las áreas de producción y los utensilios.
- Desechar la basura regularmente, especialmente en zonas con climas cálidos.
- Contar con suficiente capacidad de almacenamiento para los residuos producidos y asegurar que permanecen cerrados el máximo posible de tiempo.
- Mantener limpias las áreas de recepción de materia prima.
- Limpiar los desagües y asegurarse de que estén libres de acumulación de materia orgánica.
- Usar aparatos insectocaptores apropiados.
La exclusión es otra área clave que ayudará a mantener a raya a las moscas. Estas medidas deberían incluir:
- El uso de mallas mosquiteras en ventanas y respiraderos.
- El diseño apropiado de puertas que permita cerrarlas cuando no estén en uso.
- La eliminación de huecos en las estructuras de los edificios que puedan servir como vía de entrada.
Tomar un enfoque proactivo para la prevención de moscas ayuda a evitar tratamientos más costosos si una infestación se vuelve más grave. Una vez que se han implementado prácticas estándar de higiene y exclusión, la mejor manera para conseguir un efectivo control de moscas es usar un insectocaptor LED .